En la pequeña ciudad de Uvalde, Texas, el dolor de una comunidad se ha transformado en acción mientras las familias de las víctimas de un tiroteo escolar presentan una demanda innovadora contra Activision Blizzard.
En un giro inesperado de los acontecimientos, las familias de las víctimas del tiroteo escolar en Uvalde están tomando medidas legales contra Activision Blizzard, los creadores de Call of Duty. Afirman que el juego jugó un papel en el entrenamiento del tirador, un adolescente que logró llevar a cabo un ataque horrendo que terminó con la vida de 19 estudiantes y dos maestros.
Según la demanda, las escenas realistas de violencia y las armas detalladas del juego podrían haber ayudado al tirador a aprender a usar un arma con precisión mortal, a pesar de que nunca había disparado un arma en la vida real antes de la tragedia.
Los videojuegos y las redes sociales bajo escudriño
Pero no es solo Activision Blizzard en el centro de la controversia. La demanda también apunta a Meta (la compañía detrás de Facebook e Instagram) y al fabricante de armas Daniel Defense. Argumentan que el tirador fue bombardeado con anuncios de armas en Instagram y fue objetivo de la mercadotecnia de Daniel Defense, que está orientada hacia jóvenes compradores.
Las familias dicen que esta exposición jugó un papel crítico en la decisión del tirador de llevar a cabo el ataque con un tipo específico de rifle de asalto que también fue glorificado en los juegos de Call of Duty.
En respuesta a la demanda, Activision Blizzard expresó sus más profundas condolencias por las víctimas, pero defendió sus juegos, afirmando que millones juegan videojuegos sin volverse violentos. La Asociación de Software de Entretenimiento también intervino, calificando las demandas de infundadas y argumentando que culpar a los videojuegos distrae de los problemas reales que deben abordarse para prevenir futuras tragedias, como el control de armas y la atención a la salud mental. Señalan que muchos países donde los videojuegos son populares no experimentan los mismos niveles de violencia con armas de fuego que los EE.UU.
A medida que avanza este caso, podría sentar un nuevo precedente sobre cómo se perciben las compañías de entretenimiento como los fabricantes de videojuegos en términos del contenido que producen y su impacto en las mentes jóvenes. Es un debate complejo que ha sido reavivado por esta demanda—si tienen una influencia más siniestra en sus jugadores, o si los videojuegos son simplemente una diversión inofensiva.
Esta gran demanda tiene a todos hablando y observando de cerca. Cuestiona cómo los juegos violentos influyen en el comportamiento, aunque la investigación no muestra un vínculo directo entre estos juegos y la violencia real. El caso podría cambiar cómo se venden estos juegos y llevar a discusiones más amplias sobre el papel de las redes sociales en la publicidad.
El artículo original fue escrito por Ali Kanaan.