¿Puedes usar trucos y comandos de consola en Hades 2? ¡Te enseñamos!
Hades 2 es un desafío exigente, que requiere que los jugadores naveguen sus complejidades tipo rogue-like con precisión. Sin embargo, para aquellos que buscan un respiro de las implacables pruebas de enfrentarse a Cronos, el dios del tiempo, los trucos podrían ofrecer un alivio bienvenido.
¿Se pueden usar comandos de consola en Hades 2?
No, Hades 2 no admite oficialmente trucos integrados ni comandos de consola. Superar sus desafíos requiere habilidad y persistencia, en lugar de depender de atajos. Aunque algunos jugadores puedan echar de menos los comandos de consola, una solución alternativa está integrada en el propio juego.
Puedes acceder al Modo Dios, un santuario en medio de las pruebas de Hades 2. Accesible a través del menú de Configuración, esta característica proporciona una manera de aliviar los obstáculos del juego. Melinoe, la protagonista, recibe un favor llamado Deus Ex Machina, que otorga una resistencia al daño del 20% y aumenta un 2% adicional con cada muerte subsiguiente. Aunque el Modo Dios no ofrece el control detallado de los trucos tradicionales, ofrece una reducción significativa en la dificultad, atendiendo a los jugadores que buscan una experiencia más indulgente. Para activar el Modo Dios, simplemente navega al menú de Opciones, selecciona Jugabilidad y selecciona la primera opción en la lista.Para aquellos que buscan opciones de terceros, los entrenadores personalizados son una vía potencial. Sin embargo, se aconseja precaución. Existen riesgos inherentes al usarlos, incluyendo posibles fallos y consecuencias imprevistas, como archivos de guardado corruptos.
Aunque Hades 2 puede no atender oficialmente a los deseos de los jugadores que buscan trucos, su enfoque en el desafío y el juego estratégico sigue siendo una parte integral de su identidad. Ya sea navegando por las profundidades del inframundo o lidiando con las maquinaciones de Cronos, el viaje en Hades 2 es tan peligroso como gratificante.
El artículo original fue escrito por Johanna Goebel.