5. Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas
La cuarta entrega de la saga fue el clavo en el ataúd para la franquicia, porque aunque hay una quinta parte, el interés popular en Piratas del Caribe se había perdido. Tenemos a un Johnny Depp mayor, cuyo Jack Sparrow ya no suena excéntrico y divertido, sino más bien como un tío borracho que da vergüenza ver en las reuniones familiares. Además, la historia de amor entre la sirena y el olvidable personaje masculino secundario se siente tan vacía y forzada, sin tener espacio para crecer bajo la sombra de Will y Elizabeth, dos de los personajes principales que esta película casi olvidó.
Como siempre, el mayor pecado que una película de esta franquicia puede cometer es ser aburrida, y me temo que Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas logra su objetivo al encontrar la fuente de la juventud, pero solo para ponernos a dormir eternamente. El único punto positivo es ver a Barbossa con el atuendo de corsario. Pero no me hagas hablar de su relación con su hija... | © Walt Disney Pictures