Las bandas sonoras de los videojuegos han recorrido un largo camino, desde los pitidos y zumbidos de antaño hasta las melodías orquestales y los ritmos vaporwave de hoy. Puedes decir lo que quieras sobre la jugabilidad, los gráficos e incluso la historia, pero cuando los juegos son más memorables y emocionales, casi siempre es por la música. Los épicos cánticos corales en Skyrim despiertan el apetito para luchar contra un dragón, la solitaria melodía de piano en Breath of the Wild ayuda a transmitir la tranquila soledad de Hyrule, y los instrumentales folclóricos en The Witcher 3 te permiten respirar el mundo.
¿Pero hay una mejor banda sonora? Sin duda hay una más popular...
El artículo original fue escrito por Jon Ramuz.